¿Qué son las Áreas Clave para la Biodiversidad o KBA?
Las Áreas Clave para la Biodiversidad o Key Biodiversity Areas KBA, son los espacios naturales más importantes a nivel global para salvaguardar las especies y los ecosistemas más vulnerables o en vías de extinción o colapso, respectivamente. Estas áreas son identificadas utilizando la mejor evidencia científica disponible acerca de las poblaciones de flora, fauna o microorganismos, y la extensión y estado de los ecosistemas más amenazados o que tienen una distribución muy reducida. En otras palabras, las Áreas Clave para la Biodiversidad son los sitios donde procuramos garantizar la persistencia de las especies, los hábitats y los ecosistemas a largo plazo, asegurando así el futuro del planeta y sus formas de vida, y el futuro de todas las personas y los pueblos.
La Alianza de KBA es una colaboración de organizaciones de conservación internacionales para la identificación, documentación y promoción de KBA a nivel global. La Alianza fue lanzada en 2016 y actualmente tiene 13 miembros. El secretariado de KBA con sede en Cambridge, Reino Unido coordina las actividades de la Alianza y supervisa la implementación del Plan Estratégico del Programa KBA. Para más información, visita el sitio Web KBA: https://www.keybiodiversityareas.org/
El programa KBA apoya continuamente la identificación, cartografía, seguimiento y conservación de estos lugares más relevantes para la naturaleza. Con más de 16.000 sitios identificados en el mundo, el programa KBA además contribuye fomentando su gestión y manejo, y su inclusión en las redes de áreas protegidas de cada país.
El programa KBA apoya continuamente la identificación, cartografía, seguimiento y conservación de estos lugares más relevantes para la naturaleza. Con más de 16.000 sitios identificados en el mundo, el programa KBA además contribuye fomentando su gestión y manejo, y su inclusión en las redes de áreas protegidas de cada país.
¿Cómo contribuyen las KBA a la conservación y gestión efectiva de la biodiversidad?
1. Crisis de la biodiversidad
La pérdida de biodiversidad está ocurriendo a una tasa alarmante. A pesar de los esfuerzos en las pasadas décadas por reducir las presiones humanas sobre los ecosistemas, la cantidad de especies y ecosistemas que se encuentran al borde de la extinción o colapso, respectivamente, continúa aumentando. Así, la pérdida de biodiversidad es una crisis global en sí misma, con importantes repercusiones negativas para el ser humano.
En la medida que van reduciéndose las poblaciones de flora o fauna, o se modifican los hábitats y ecosistemas naturales por la acción del hombre, se van perdiendo los servicios ecosistémicos de los que dependemos, afectando así al bienestar de las personas, la salud pública y la seguridad alimentaria. Más aún, la pérdida de biodiversidad puede actuar en sinergia con otros factores de riesgo, como el cambio climático, con consecuencias aún mayores e impredecibles.
Bajo este escenario, una apuesta importante para impulsar la conservación de la naturaleza y asegurar el futuro de la humanidad son precisamente las Áreas Clave para la Biodiversidad “KBA”. Estas áreas han sido identificadas como “sitios de especial importancia para la biodiversidad” y cuyo propósito es contribuir en la conservación, gestión y manejo de aquellos espacios donde se encuentra la biodiversidad más vulnerable, a través de acciones en conjunto con la sociedad, autoridades, comunidades locales y pueblos indígenas.
2. Respeto a los pueblos indígenas y el desarrollo de las comunidades
Muchas veces se cree que al tener espacios para la conservación de la biodiversidad se limita el acceso a los recursos naturales, se modifican los medios de vida de las comunidades locales o pueblos indígenas y se limita su desarrollo. Sin embargo, esto no es así al tener una Área Clave para la Biodiversidad o KBA.
Las KBA no limitan, ni coartan en absoluto los derechos y los medios de vida de las comunidades locales y los pueblos indígenas. Al contrario, en su concepción, las KBAs no solo toman en cuenta y respetan los derechos de las comunidades sobre su territorio, si no que buscan impulsar la conservación mediante la gestión y la mejora en la calidad de vida de la gente.
3. Las KBA aseguran la provisión de los servicios ecosistémicos o beneficios para la sociedad
La biodiversidad en su conjunto (poblaciones, especies, ecosistemas y paisajes) es la base fundamental de los bienes, recursos y beneficios que recibimos de la naturaleza y que han permitido el desarrollo de nuestra sociedad y cada uno de los pueblos. En conjunto estos bienes, recursos y beneficios son denominados “servicios ecosistémicos” o “funciones ambientales”, y algunos son tan importantes y tangibles como: la obtención de alimentos y materia prima, la regulación del clima, la polinización de cultivos, la prevención de desastres naturales o la protección de las cabeceras de cuencas y aprovisionamiento de agua.
En este sentido, las KBAs no solo protegen aquellas especies amenazadas o restringidas identificadas en cada sitio, si no, garantizan la protección y provisión a largo plazo de los servicios ecosistémicos y funciones ambientales que son el soporte fundamental de los sistemas de vida y el bienestar de todas las personas y los pueblos, especialmente de aquellos que viven allí, en contacto con las KBAs.
4. Las KBAs en la toma de decisiones sobre la conservación y la gestión de la naturaleza
Las KBAs como sitios de especial importancia para la biodiversidad, son una herramienta valiosa para la toma de decisiones acerca de la conservación de la naturaleza y la gestión o manejo de los recursos naturales. Son sitios que permiten ampliar o complementar los sistemas de áreas protegidas de los países o para priorizar espacios estratégicos de conservación y gestión. Son sitios de interés para las agencias que financian el manejo y la conservación de los recursos naturales puedan decidir dónde y cómo destinar los recursos económicos y, sobre todo, para que las agencias internacionales y empresas privadas que financian proyectos de desarrollo o proyectos productivos puedan velar por la evitación y mitigación de impactos ambientales negativos.
5. Compromisos globales para la conservación y gestión de la biodiversidad
En las últimas tres décadas diversos compromisos internacionales han sido suscritos con el propósito de salvaguardar la biodiversidad en su conjunto, pensando en la naturaleza en sí misma, como también en la supervivencia de la humanidad. Sin embargo, poco se ha avanzado para cumplir tales compromisos.
Recientemente, en la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas por el Medio Ambiente COP15, celebrada en Canada, se ratificó como meta urgente proteger al menos el 30% de la superficie terrestre y marina bajo medidas de conservación y gestión efectivas a más tardar para el año 2030. Este compromiso es conocido como la Meta 30×30 (Convention on Biological Diversity. Kunming-Montreal Global Biodiversity Framework. Decision CBD/COP/DEC/15/4. United Nations Environment Programme, 2022).
Ante este escenario y la urgente necesidad de fomentar la conservación y gestión efectiva de espacios naturales en beneficio de la humanidad, las KBAs constituyen no solo una herramienta, si no, una oportunidad valiosa para cumplir la meta 30×30.
El proyecto “Bezos KBA”
Gracias al financiamiento del Fondo para la Tierra BEZOS (Bezos Earth Fund), BirdLife International lleva adelante el proyecto “Áreas Clave para la Biodiversidad: estableciendo el plan 30×30”. Este ambicioso proyecto tiene como propósito realizar una actualización exhaustiva y ampliación de las redes de KBAs en cuatro países de los Andes Tropicales (Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia) y tres países de la Cuenca del Congo (Gabón, República Democrática del Congo y República del Congo), como una contribución que permita cumplir significativamente con las metas globales de conservación para el año 2023. Parte fundamental del proyecto es el establecimiento de Grupos Nacionales de Coordinación KBA y el trabajo colaborativo de grupos de expertos e instituciones, con datos relevantes de biodiversidad.
En Bolivia, el proyecto es implementado por la Asociación Civil Armonía (Socio de BirdLife International).
Las Áreas Clave para la Biodiversidad KBA en Bolivia
En las últimas tres décadas diversos compromisos internacionales han sido suscritos con el propósito de salvaguardar la biodiversidad en su conjunto, pensando en la naturaleza en sí misma, como también en la supervivencia de la humanidad. Sin embargo, poco se ha avanzado para cumplir tales compromisos.
Bolivia tiene una posición geográfica privilegiada, que le permite poseer una amplia gama de regiones ecológicas y ecosistemas. Desde las altas cumbres en los Andes y el altiplano, hasta la Amazonía, pasando por los valles secos interandinos, el chaco y la chiquitanía. Esta diversidad ecológica posiciona a Bolivia entre los 20 países más biodiversos del mundo, con 5,896 especies de flora, fauna, invertebrados y hongos catalogadas, y que han sido evaluadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), una cifra que, además, está constantemente en actualización.
Sin embargo, la biodiversidad boliviana enfrenta también diversas y serias amenazas. Factores como el cambio del uso del suelo, la fragmentación del hábitat, la contaminación y la introducción de especies exóticas representan serios riesgos para muchas especies y sus hábitats. Actualmente, la IUCN clasifica 63 especies en Bolivia como críticamente amenazadas, 145 como amenazadas y 270 como vulnerables. Además, otras 160 especies están catalogadas como casi amenazadas.
La iniciativa KBA en Bolivia tiene una trayectoria larga, cuando, a mediados de la década 2000 – 2010, se fueron homologando o evaluando varias Áreas Importantes para Aves o IBAs (por su nombre en inglés Important Bird Areas) para la conservación de aves y algunas otras especies. Así, hasta el 2022 en Bolivia se habrían identificado 65 KBAs, que, en conjunto, protegerían a 312 especies de flora y fauna nativas (232 aves, 53 plantas, 21 anfibios, 3 mamíferos y 3 reptiles). Sin embargo, en aquel momento nuestro conocimiento sobre la biodiversidad y sus poblaciones silvestres en diversos sitios de Bolivia aún era limitado.
Muchas de las Áreas Clave para la Biodiversidad (KBA) de Bolivia coinciden con las áreas protegidas nacionales y subnacionales, resaltando así el valor de éstas como sitios de especial importancia para la biodiversidad global, y su contribución en la gestión de los recursos y el patrimonio natural de todos los bolivianos.
Trabajo Colaborativo - Grupo Nacional de Coordinación
En un hito sin precedentes en el ámbito de la conservación en Bolivia, un grupo de 22 organizaciones, entre universidades, ONGs, museos y herbarios líderes en el país, motivados por la misma meta de “contribuir en la conservación de la naturaleza del país, para el futuro de toda su gente”, colaboran para llevar adelante la iniciativa KBA. Así mismo, más de 150 expertos en biodiversidad, están colaborando directa o indirectamente para evaluar, identificar y delimitar KBA en toda Bolivia, con el objetivo de incorporar más especies y ecosistemas que necesitan ser protegidos urgentemente.
El Grupo Nacional de Coordinación (GNC) de KBA en Bolivia fue establecido en agosto de 2022. Es una plataforma para el Gobierno, las organizaciones no-gubernamentales, instituciones científicas, museos, universidades, comunidades indígenas y el sector privado para identificar y proponer KBAs en territorio boliviano, velar porque puedan ser efectivamente conservadas y promover su inclusión en las políticas y legislación públicas. Actualmente, el GNC está conformado por xxx.
Consolidando la conservación efectiva de las KBAs de Bolivia, el país alcanzará el objetivo principal del Marco Mundial para la Biodiversidad (Global Biodiversity Framework GBF), que es detener la pérdida de biodiversidad.
El desafío de conservar la biodiversidad y los beneficios que recibimos de ella es grande, pero es posible impulsando la creación de espacios para la gestión y conservación de la biodiversidad, como las Áreas Clave para la Biodiversidad “KBA”. Esta gestión será posible si aunamos esfuerzos junto a las comunidades locales, pueblos indígenas y nuestras autoridades.
Necesitamos comprender y re-valorar nuestra íntima relación con la naturaleza, para llevar de la mano el desarrollo y la conservación, en beneficio de nuestro propio futuro.