En un hito sin precedentes en el campo de la conservación y gestión de la naturaleza en Bolivia, un grupo de más de 20 organizaciones líderes en el ámbito de la biodiversidad y más de 150 destacados expertos en flora y fauna han unido sus fuerzas en un esfuerzo colaborativo para reevaluar, identificar y delimitar las Áreas Clave para la Biodiversidad (KBA, por sus siglas en inglés) en el país, en apoyo a la protección y conservación de la flora y fauna más amenazada de Bolivia.
Este proyecto, que reúne a ONGs, universidades, museos y herbarios líderes en el país, representa un paso trascendental hacia la salvaguardia de la biodiversidad única y diversa que caracteriza a Bolivia. La colaboración entre estas organizaciones y expertos de diversas áreas, incluyendo biología, taxonomía, herpetología, ornitología, botánica y más, subraya la urgente necesidad de una acción coordinada para preservar los valiosos recursos naturales del país.
“La gracia de este proyecto es que ha reunido a todos los profesionales con un mismo objetivo en común: evaluar, identificar y delimitar las KBAs, que son sitios que contribuyen significativamente a la persistencia global de la biodiversidad. De manera que este trabajo pueda contribuir a la red de áreas protegidas que ya cuenta el país siendo éstos nuevos espacios de conservación y gestión de la biodiversidad”, informó el coordinador del Programa KBA de la Asociación Armonía, Diego Peñaranda.
Si estas KBAs se conservan de forma efectiva, Bolivia alcanzará el objetivo principal del Marco Mundial para la Biodiversidad (GBF por sus siglas en inglés) de detener la pérdida de biodiversidad. Acuerdo al que se llegó en el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (COP15) que se realizó a finales de 2022, en Canadá.
El proyecto busca actualizar y mejorar la comprensión de las KBAs que desempeñan un papel crucial en la conservación de especies únicas y ecosistemas frágiles. Estas áreas identificadas se convertirán en nuevos espacios de conservación y gestión de la biodiversidad, fortaleciendo aún más la red de áreas protegidas existentes en el país.
“Tener identificadas estas KBA nos permitirá que, ojalá en mediano o largo plazo, estos sitios puedan contar con proyectos o acciones de conservación de la biodiversidad como también de su gestión. Es decir que podamos continuar realizando investigación en estos sitios, pero al mismo tiempo, trabajando con las comunidades que habitan estos lugares para proponer proyectos que permitan a las personas desarrollar sus medios de vida, y con ello, llegar a una gestión efectiva del territorio”, aseguró Peñaranda.
Este proceso de sistematización de información permite contar con datos recientes de biodiversidad, así como también identificar los desafíos que tenemos que resolver en los próximos años. Entre ellos, está contar con una sola base de datos de monitoreo sobre biodiversidad, así como también actualizar datos de muchas especies que cuentan con registros que datan de hace 10 a 20 años atrás. “Es una tarea titánica que se podría concentrar en ciertos lugares o ecosistemas más relevantes. Para este proyecto, gracias al trabajo de todos los profesionales, se ha logrado concentrar la información más actual disponible posible”, dijo Peñaranda.
A inicios de este año, Bolivia contaba con 65 de estos sitios identificados en los nueve departamentos del país. La mayoría de ellos ubicadas en la parte más tropical o húmeda: llanos inundables, bosques montañosos nublados (Yungas), algunos de los valles interandinos y áreas del altiplano boliviano.
Actualmente, hay varias propuestas de nuevos sitios KBA, informó Peñaranda. “Una de ellos cuenta con los límites definidos en un mapa, otros tres están en proceso, pero en función a la conversación con todos los colegas que están trabajando esperamos identificar por lo menos unas 15 áreas nuevas”.
El mismo programa se desarrolla en otros tres países de Sudamérica y en tres ubicados en la cuenca del Río Congo. En Bolivia es implementado por Armonía, en coordinación con Birdlife International y financiado por Bezos Earth Fund.