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Foto de portada: En los pastizales gestionados de la Reserva Barba Azul, la ganadería sostenible y las aves migratorias coexisten en equilibrio. Teodoro Camacho, Armonía

Este año, la Reserva Natural Barba Azul celebra un hito significativo: una década desde su designación como Sitio de Importancia Regional en la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (RHRAP/WHSRN, por sus siglas en inglés). Con más del 4% de la población global del Playero Acanelado (Calidris subruficollis) migrando a través de Barba Azul, la Reserva se confirma como un sitio prioritario para la conservación. Este reconocimiento internacional no solo resalta su rol crucial como refugio para especies migratorias, sino que también la posiciona como un modelo de manejo sostenible de paisajes en las sabanas del Beni.

Ubicada en el corazón de los Llanos de Moxos, al norte de Bolivia, la Reserva fue establecida en 2008 por la Asociación Armonía para proteger una de las últimas poblaciones viables de la Paraba Barba Azul (Ara glaucogularis), especie endémica y críticamente amenazada. Sin embargo, los pastizales naturales y estacionalmente inundables han demostrado ser también esenciales para las aves playeras migratorias que descansan y se alimentan allí durante su extenso viaje entre América del Norte y del Sur.

En 2010, Armonía descubrió que los Playeros Acanelados utilizaban la Reserva Barba Azul como sitio de parada durante la migración. Desde 2014, el equipo realiza monitoreos anuales de aves playeras, y en 2019 comenzó a implementar un modelo de ganadería sostenible en áreas seleccionadas de pastizales cortos junto a los ríos: el hábitat crítico de alimentación del Playero Acanelado. En lugar de retirar el ganado, se adoptó un pastoreo cuidadosamente planificado que imita procesos naturales, generando condiciones óptimas de forrajeo (con pasto menor a 6 centímetros) para especies clave.

“Una de mis primeras tareas en Barba Azul fue liderar la postulación para convertirla en sitio WHSRN. Hoy, diez años después, vemos un aumento de Playeros Acanelados en los bajíos que manejamos con nuestro propio ganado”, explica Tjalle Boorsma, Director de Programas de Conservación de Armonía. “Barba Azul es el único sitio WHSRN en Bolivia y un ejemplo claro de cómo el uso sostenible de la tierra puede responder a las necesidades específicas de las aves migratorias”

Foto: Certificado conmemorativo otorgado por WHSRN en reconocimiento a los 10 años de la Reserva Barba Azul como Sitio de Importancia Regional.

Los resultados son alentadores. El manejo del ganado en sectores estratégicos de la Reserva ha favorecido la regeneración de pastos cortos en bajíos —zonas aledañas a ríos y lagunas—, que ofrecen las condiciones ideales para estas aves playeras. “En los últimos años, hemos observado un incremento en la presencia de Playeros Acanelados en estos hábitats manejados. Es una demostración clara de que la ganadería sostenible puede ser una herramienta eficaz de conservación”, destaca Boorsma.

La innovación trasciende los límites de la Reserva. A través de la Alianza Eco Ganadera Beni, una iniciativa conjunta entre Armonía y la Federación de Ganaderos del Beni (Fegabeni), se promueve un modelo de ganadería que conserva los pastizales nativos sin alterar el paisaje, contrastando con la ganadería convencional, que suele derivar en deforestación y pérdida de biodiversidad. El enfoque sostenible en las sabanas naturales del Beni demuestra que es posible combinar la producción con la protección de hábitats críticos.

Foto: El equipo de monitoreo de aves playeras migratorias de larga distancia en la Reserva Natural Barba Azul de 2024 recopilando datos clave sobre el hábitat y las tendencias poblacionales de estas especies. Teodoro Camacho (coordinador) y Guido Mercado, Erick Zeballos, Renata Collareta y Ruth Márquez (asistentes).

Con más de 12.200 hectáreas bajo protección efectiva, el trabajo en la Reserva Natural Barba Azul demuestra que conservación y producción pueden avanzar de la mano. A una década de su integración a WHSRN, la Reserva reafirma su compromiso con la protección de las aves playeras migratorias a través de soluciones basadas en la naturaleza y en colaboración con los productores locales.

Nicolás Marchand, especialista en Ganadería y Conservación de Aves Playeras de la oficina ejecutiva de WHSRN/RHRAP, explicó que la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (WHSRN) no se limita únicamente a las zonas costeras. Pastizales interiores, humedales temporales y áreas inundables son claves durante la migración de muchas especies. Una evaluación de los todos sitios WHSRN a través de la herramienta REMAP identificó 25 sitios WHSRN ubicados en estos paisajes, lo que representa un 25 % de los sitios evaluados en ese momento. 

“En Sudamérica, la oficina ejecutiva de WHSRN/RHRAP y Manomet Conservation Sciences impulsan junto a socios locales estrategias de manejo sostenible en pastizales de Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia y Uruguay, integrando a productores, comunidades y científicos. La Reserva Barba Azul es un ejemplo muy inspirador.  Esta iniciativa conjunta entre Armonía y Fegabeni, através de la Alianza Eco Ganadera Beni, promueve un modelo de ganadería que conserva los pastizales nativos sin alterar el paisaje, en contraste con la ganadería convencional, que suele derivar en deforestación y pérdida de biodiversidad. Además, busca una ganadería más rentable, utilizando tecnologías de procesos y una gestión más eficiente de los recursos existentes. Este modelo demuestra que la ganadería sostenible es una alternativa real para el Beni, capaz de compatibilizar una ganadería más rentable junto con la protección de la biodiversidad y los hábitats críticos e icónicos de la región”, aseguró Marchand.

Texto: Margarita Palacios, Armonía.

 

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